domingo, 30 de agosto de 2009

Carta de 1949: De Gabriela Mistral a Doris Dana

21 de mayo de 1949
Cara Doris:
[...]
Me parece tonto y vano contarte la vida que ha sido la mía en
las dos semanas de tu silencio. Es vano porque tú, a pesar de tu inteligencia
y tu sutileza no has comprendido ni la a de mi temperamento.
Sólo viste en mí el lado de niño estúpido y carente de toda
lógica. No has conocido la naturaleza primitiva, no civilizada, que
me llevó siempre a pedir a los seres que quise una total limpieza del
alma y el cuerpo y una absoluta lealtad. Por esto me quedé solo.
Pero, aun cuando sea tan espantoso perder a los seres queridos,
voy a morirme como vine, bajo el signo de lo Absoluto. No todo es
en mí infancia y torpeza, Doris; hay también una adultez recóndita
que en el momento dado me hace ver y palpar toda la realidad. Es
el caso presente.
Lo que pierdes en mí son muy pocos años de amistad terrestre.
Y esto mismo lo pierdes a medias. Porque yo te pido contar conmigo
en cualquier situación dura que se te presente. El afecto que
tú me has tenido ha sido, según la propia expresión tuya, filial. No
quemes eso también, no lo arrojes de ti por orgullo herido. Escríbeme
en cualquier caso de emergencia.
Pero yo te ruego que no me escribas sino por una razón de esa
especie. Y te pido igualmente no venir a Jalapa. Mi ánimo está
muy trabajado por los días pasados. Me harías mal y tú no quieres
hacérmelo. (Un mal moral muy fuerte y el daño físico correspondiente
a él.)
Tu psicología es cabal para la gente de tu raza; pero ello ha
errado enteramente con este ser elemental, sin matices y brutalmente
sincero, que llama al pan pan y al vino vino. Te engañaron
mis horas y mis días de sonambulismo. Yo recobré por
unos meses contigo, mi fe en lo humano; yo creí, yo confié, yo
me di. La caída ha sido tremenda. Necesito ahora rehacer mi
espíritu y también mi cuerpo. Así, en soledad y en silencio. No
intentes tú, con esa piedad que en ti reemplaza al amor, rehacer
lo dañado y zurcir lo roto. Yo no sirvo para esa clase de manipulaciones.
La piedad te falló esta vez; no supiste que una criatura puede
deshacerse, estropearse, en unos cuantos días de angustia pura
(absoluta).
Es cierto que eres muy joven y que tienes mucha fe en ti y en el
poder del encanto no poco misterioso que Dios puso en ti y que
obró sobre mí.
Pero la verdad es que lo vivido por mí contigo era algo tan absurdo
-y tan perfecto- que no podía durar. Era de un absurdo
descomunal.
[...]
Me parece un sueño el que yo tenga que escribir una carta
como la que estoy haciendo para ti. Yo te he visto ser con todos de
una extremada cortesía, y ser además una persona bondadosa. No
sé por qué causa yo vivo esta pesadilla de que tú me rehúses una
carta de diez líneas, diciéndome qué cosa ocurre.
Sea que hayas reanudado tu relación con el psiquiatra, o con
M.M., es asunto de mera humanidad escribir, responder a una persona
que no te ha ofendido ni en pensamiento. Ay, Doris Dana, ¡no te
hagas un Karma doble con esta crueldad que no tiene superlativo!
He visto un verdadero examen de conciencia y no hallo en mí
sino una culpa: haber creído, a base de la coquetería que tú tienes
con casi todos, que había en ti algo parecido al cariño por mí y
haber obrado en consecuencia con eso. Debiste tú haberme dado
una rehúsa neta e inmediata. No hubo nada parecido a eso. Tal vez
comenzaste un juego conmigo cuyo calificativo prefiero no estampar.
No se juega así con seres de mi especie; creo que nadie hizo
nunca conmigo algo semejante.
Y por esto y por mucho más, yo vivo ahora en un verdadero
estupor, en un asombro del cual no logro salir. Parece una burla
que me hiciese el Demonio. [...]
Quemados el sentimiento y la pasión, yo guardaré hacia ti un agradecimiento
profundo de la ayuda que me diste para vivir. En esta
vida o en otra, eso te será devuelto por Dios o por los seres.
Adiós, Doris Dana. Sé feliz con quien sea.
Gabriela





sábado, 22 de agosto de 2009

Cosa que llamaron la atencion de alguien y que a mi tambien...

Estoy enferma. No es gran cosa porque, este año, mi salud ha estado como las pelotas. No solo pase por resfríos varios, sino también por la influencia humana. Y ahora...bueno ahora tengo un resfrío-gripe. Me duelen los oídos, la nariz me llora (no necesariamente con lágrimas, sino con mocos como es lógico), tengo los ojos llorosos y varios medicamentos a la mano.

Cuando me enfermo, me aburro así que me pongo a leer. Pesque mi ultima adquisición de letras (llamase, libro) pero si sigo avanzando, no me va durar nada el libro. Así que busque artículos que leer en Internet (no faltan) y pille un comentario de Elvis Costello.


"Hay cinco temas sobre los cuales se pueden escribir canciones: Te abandono. Tú me abandonas. Te quiero. Tú no me quieres. Creo en algo. Cinco temas y doce notas. Considerado eso, los músicos lo hemos hecho bastante bien". (Entrevista en sección What I’ve Learned, de revista Esquire, 31 octubre 2003)


Quede marcando ocupado. Yo no puedo vivir sin música y este weon me resume mi vida en 5 temas. Me niego a creer esto.


La segunda cosa (que leí en el mismo articulo) que me llamo la atención fue un "cortisimo metraje" (acabo de inventar un nuevo nombre para el Séptimo Arte) llamado "Bambi meets Godzilla" (Bambi conoce a Godzilla) que es muy viejo y que incluso esta en la lista de los "50 mejores dibujos animados de todos los tiempos". Algo que me parece curioso porque ni risa me provoco



Pero supongo que en la época, resultaba novedoso que todos los créditos fueran hecho por la misma persona (ahora no es ninguna gracia...hay varios vídeos que hacen lo mismo) y que fuera aplastado Bambi quedando con las patas más chuecas que antes.


Y eso. Bucha que estoy aburrida

Au revoir!